Tips

Después de un día pesado en la oficina

En la vida profesional no todo es color de rosa. Si bien puedes encontrarte en el trabajo de tus sueños o seguir soñando con que algún día estés en ese trabajo que anhelas; si hoy en día te encuentras trabajando, quizás de repente has salido de la oficina agotada física, mental o emocionalmente. O quizás aturdida por tantas cosas que hiciste; algunas otras frustrada porque no fue el mejor día, o incluso con lágrimas en los ojos porque las cosas no salieron como esperabas.

Y sabes, es normal, está bien, porque por más que seas una persona que siempre se mantiene optimista, encuentra el lado positivo de cualquier situación o eres tan resiliente que ante cualquier adversidad ni tambaleas, siempre puede haber algún momento donde simplemente no te sientes en plenitud o balance. 

Por ello, te comparto algunos tips para cerrar y mejorar un día pesado en el trabajo:

Improvisa

Siempre cae bien cambiar un poco los planes y elegir hacer “algo diferente”.

Si ese día tenías pensado salir de la oficina para ir directo a casa, quizás te venga bien hacer algún plan con amigos para ir a cenar, a tomar una cerveza o un café y platicar.

O si tu rutina al salir del trabajo es ir al gimnasio pero no te sientes con ánimo para ello, cambia el plan y ve a casa, o solo ve a caminar al parque sola o con alguien con quien puedas despejar tu mente.

Las opciones pueden ser muchas, pero te aseguro que cerrar el día improvisando te caerá muy bien, porque muchas veces lo no planeado sale mejor. 

Respira y despeja

Nada mejor que despejar tu mente de aquello que te dejó inquieta o insatisfecha, así que el ejercicio siempre es buena opción.

Ya sea que vayas al gimnasio, a una clase de yoga, salgas a correr o caminar al parque. El realizar alguna actividad física y mantener tu cuerpo en movimiento un rato ayudará a que respires, te despejes y enfoques nuevamente en tus objetivos, mueve tu cuerpo para que tus pensamientos también se muevan hacia lo positivo. 

Interioriza

Una maravillosa alternativa es la meditación, no necesitas ser experta en ello.

Si es la primera vez que lo haces, puedes simplemente sentarte en una silla y empezar con 5 o 10 minutos con música de fondo suave, esto te ayudará a llevarte a un estado de conciencia en el presente y a reconocerte desde el interior.

También puedes hacer yoga, que te ayudará a poner plena atención en ti, tu cuerpo, tus movimientos y cerrarás con una paz interior sanadora.

O si estas alternativas no te convencen, simplemente llegar a casa o algún lugar tranquilo y platicar contigo misma, te puede hacer muy bien.

Apapáchate

La rutina después de la oficina puede ser con distintas actividades, pero hay días donde lo único que quieres hacer es “nada”.

Así que si es de esos días, solo piensa en ti y lo que en ese momento te hará bien. Come algo rico, disfruta un rato viendo una serie o algo en la televisión, ve a que te hagan un masaje, métete en la cama, escucha música, lee un libro.

Simplemente que esa tarde-noche sea para ti y hacer algo que te haga sentir tranquila.

Suelta

Si vives sola y necesitas sacar todo ese estrés, llama a un amigo o a alguien de tu familia con quien sabes que puedes desahogarte y soltar todo ello que ahí traes.

Si vives con tu familia o tienes algún roomie, compárteles que fue un día difícil y te gustaría te escucharan.

Otra alternativa para soltar si no te gusta platicar o vives sola y no quieres hablar con nadie es escribir cómo te sientes, aquello que no te hizo sentir bien, pero también aquello positivo que tuvo tu día, porque muchas veces, tras un día complicado podemos enfrascarnos en todo lo malo que tuvo el día y con ello nos olvidamos de lo bueno. 

Agradece

Agradece que tienes trabajo, que puedes aportar algo al mundo, que quizás estás en ese trabajo que te hace sentir que puedes entregar todo tu potencial, o si no es así, agradece que estás en el camino de desarrollar nuevas habilidades, crecer profesionalmente, aprender.

Hay días buenos y otros no tanto, pero la buena y mala noticia es que todo pasa.

Así que si el día en el trabajo no está pintando como quisiéramos siempre hay forma de mejorarlo, desde nuestra actitud para afrontarlo, hasta cerrarlo haciendo algo que nos haga sentir bien.

No porque las cosas no salen como esperamos, no significa que no puede todo mejorar. Veamos lo positivo del día y cómo transformarlo en algo mejor.

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