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La copa menstrual: 10 preguntas que yo me hice y ahora te respondo

Hace tiempo te platiqué cómo fue mi primera experiencia con la copa menstrual, y desde aquel momento, en cada periodo la uso. Así que ahora quiero compartirte algunas preguntas que yo me hice antes de comenzar a utilizarla, y que con mi experiencia he ido respondiendo, y ahora espero te sean de utilidad:

¿Qué marca compro?

Cuando estaba por decidir qué copa menstrual comprar, busqué en internet opciones, vi algunas opiniones y finalmente la que fue mucho más sencilla de comprar y en línea fue la que elegí.

Así que no puedo hablarte de distintas copas y marcas; y si bien a mí me gustó la que compré que es esta que ahora yo tengo en mi tienda en línea Láska, sé que hoy en día ya existen muchas opciones en el mercado.

¿Cuál es la mejor forma de colocarla?

Colocarla considero es un tema que se puede convertir en uno de tus pros o contras para decidirte a usarla.

Si bien en el breve instructivo vienen diversas posiciones recomendadas para colocarla, ya cuando se encuentran ahí tú y ella, surgen dudas.

No sabes si lo estás haciendo bien, si quedó acomodada perfectamente para evitar una fuga, o quizás entre el nervio de que no sabes cómo introducirla te pones tensa y entonces “aprietas” y ni cómo la dejes pasar.

Como te menciono, en las instrucciones encontrarás algunas posiciones sugeridas, en cuclillas, de pie, con una pierna recargada de manera que quede más arriba que la otra, sentada en el inodoro, finalmente cada persona encuentra la posición que le hace sentir más cómoda.

En lo personal, al principio fue muuuuuuy difícil encontrar ese punto exacto, me tardaba mucho en colocarla, así que probé todas las posturas hasta que encontré “mi posición” que es sentándome en el inodoro.

Para mí la clave se trata de estar relajada, así que me enfoco en escuchar y sentir a mi cuerpo, me pongo en posición, humedezco un poquito la copa, la doblo, respiro hondo, cierro los ojos y la introduzco.

Sí, suena fácil, pero aunque te tomará tiempo, una vez que te encuentras cómoda contigo, con introducirla, con tu cuerpo, todo fluye. De hecho, hoy podría decir que ya es tanta la comodidad que encuentro en ella, que colocarla en cuclillas o de pie también resulta fácil.

¿Me voy a sentir incómoda?

Noooooo, mi respuesta rotunda a esta pregunta es que no, no se siente para nada incómoda.

Colocar un objeto dentro de nosotras y dejarlo ahí por horas suena a que será algo que provocará incomodidad, sin embargo, si la colocas correctamente, la copa menstrual no debe notarse, molestar o generar dolor, de hecho, ni se siente.

¿Puedo usarla si mi flujo es abundante?

Es importante elegir la medida correcta, y también conocer bien tu periodo. En mi caso, los primeros dos días son los más abundantes, y por ello, la cambio con mayor frecuencia; y hay otros días donde puedo incluso dejarla hasta 12 horas y no se llena.

Si la puedes utilizar si tu flujo es abundante, sin embargo, es importante que aprendas con la experiencia cada cuánto tiempo necesitas vaciarla.

¿Puedo realizar cualquier actividad con ella?

Algo de lo más incómodo para mí al utilizar toallas femeninas era sentirme en ocasiones limitada a realizar algunas actividades.

Quizás prejuicio mío, quizás el miedo de sentir que la cantidad de sangre y cualquier movimiento en falso podía convertirse en catástrofe, pero si había actividades que prefería no hacer; y ahora con la copa, me siento más libre y tranquila de hacer lo que sea.

Usando la copa puedes hacer ejercicio; a la hora de dormir no sabes la paz que siento porque era uno de esos momentos donde sentía que podía despertar en un caos sangriento.

Aunque la primera vez que usé la copa en la noche si tenía incertidumbre, ahora duermo hasta más tranquila que antes, eso si, yo sugiero que antes de irte a la cama la laves y coloques vacía, y a la mañana siguiente empieces el día sacándola y limpiándola.

Ah, y si tenías la duda respecto a poder ir al baño teniendo la copa. Sí, si puedes hacerlo, no necesitas retirarla.

No tengas miedo de fugas, de que se vaya a quedar atrapada en tu cuerpo o que de pronto en algún movimiento se salga, te aseguro que eso no pasará. 

¿Voy a tener “accidentes”?

No te puedo asegurar que no los tendrás. Esto podría suceder si compraste una que no es tu talla, o incluso si dejaste pasar tantas horas con ella adentro que se rebasa por completo su capacidad. 

Uno de los mitos que se resuelven al usar la copa es la cantidad de sangre que sale de nuestro cuerpo.

Yo recuerdo con el uso de toallas que sentía que “me desangraba”, que cada periodo perdía litros de sangre; y ahora al usar la copa me di cuenta que no es así, es menos sangre de la que creemos.

Así que, solo presta atención a tu cuerpo, identifica el tamaño de copa ideal para ti, tómate tu tiempo para colocarla correctamente, retírala con la frecuencia que te indique tu cuerpo y no habrá accidentes.

¿Con qué frecuencia debo retirarla?

En las indicaciones dice que la copa puede durar dentro de nuestro cuerpo hasta 12 horas. Como ya te platiqué antes, en lo personal hay días que podría incluso dejarla esa cantidad de horas, pero hay otros donde la saco cada tres horas.

Por lo general la dejo alrededor de 7 horas, y durante las noches no suelo levantarme ni a checar fugas ni a retirarla; pero esta respuesta es tan personal que necesitas experimentar con ella, conocer tu cuerpo y tu periodo para determinar la frecuencia que es mejor para ti. 

¿Y ahora cómo la retiro?

Un miedo sin fundamento que podemos tener, y admito que pasó por mi cabeza fue que ya no pudiera sacarla, que entrara más de la cuenta y se perdiera en mi cuerpo, jaja. 

Esto evidentemente no pasará, pero así como al introducirla, es fundamental que te encuentres completamente relajada al retirarla.

Así que, elige la posición que te haga sentir más cómoda. Si sientes que está más arriba que cuando la metiste es normal, así que puja ligeramente, introduce el dedo índice y ayudándote también del pulgar haz presión de un lado. La copa genera un efecto de vacío que hace que retirarla no sea tan sencillo como simplemente jalar, entonces así permites que entre aire que libere ese vacío, así la copa podrá salir. 

Debes ser cuidadosa porque la sangre está contenida en tu copa, entonces un movimiento brusco puede hacer que conviertas en un desastre el lugar. Al sacarla con todo cuidado lograrás que todo el contenido esté dentro de la copa y puedas desecharlo, para después lavarla y poder introducirla nuevamente.

¿Cómo la limpio?

Antes de usarla por primera vez, así como antes de usarla en cada ciclo y al finalizarlo es importante que la esterilices, ya que así te asegurarás de que está quedando completamente limpia y libre de cualquier microorganismo que pudiera contaminarla y por ende contaminar tu cuerpo.

Durante tu ciclo menstrual, bastará con que cada ocasión que la saques, la laves para poder introducirla nuevamente estando limpia. 

¿Es higiénico utilizarla?

Sí! He leído que su uso protege de cierta forma a nuestro cuerpo, ya que al ser fabricada con materiales hipoalergénicos, al tenerla en contacto con nuestro cuerpo no hay riesgo de que alguna bacteria se genere, no hay irritaciones o malestares.

Así que aunque la copa nos hace estar más en contacto con el cuerpo y con nuestra sangre, lo que nos genera ideas en la cabeza que ponen en duda que sea higiénica, no tengas miedo. Eso sí, es fundamental que al usarla seamos cuidadosas, lavarla, esterilizarla, lavar nuestras manos al introducirla y retirarla.

Sin duda para mí, si bien en si mismo, el descubrimiento de la copa menstrual se convierte en una maravilla por su comodidad y porque es un producto a través del cual se puede contribuir en favor de la ecología, ha representado mejorar la relación conmigo misma.

Ante una sociedad que suele decirnos que al ser mujer debemos vernos como distintas, en ocasiones como inferiores, o simplemente que no tenemos tan permitido hablar en público respecto a nuestra sexualidad, nuestra feminidad, nuestros ciclos, nuestras emociones incluso, el que hoy te hable de esta experiencia me hace sentir libre.

Pero sobretodo, por mucho tiempo yo vivía con el estrés de la sangre, del olor durante mi periodo, que alguien notara que “me estaba bajando” o peor aún, que me manchara en un lugar público. O simplemente ante los mensajes de mi exterior o incluso ideas mías, limitaba o evitaba el contacto conmigo misma en muchas ocasiones.

Podría decir que si bien hay muchas otras experiencias que te permiten conocer más tu cuerpo, conectarte con él, entenderte, saber qué te hace sentir bien o qué no, el uso de la copa menstrual ha representado otra forma de estar en contacto con mi cuerpo, conocerlo, entender mi ciclo menstrual, dar forma incluso hasta mis emociones cuando estoy en esos días.

Entonces, algo tan pequeñito o poco significativo que sería “ah, ahora en mi periodo uso una copa menstrual”, la intensa que soy, lo ve mucho más allá, encuentro que me enriquece de distintas maneras, y eso, también hace sentir bien. 

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